El Gusto de Escribir

Pequeña delincuente, como es que te metes activamente en cada cosa que veo, en lo que deseo, en lo que valoro, en lo mucho o lo poco que añoro. Tú, con tu paso sigiloso, pequeño pero grandioso, tu luz brillosa hace de ti, una pequeña preciosa; Tan entrometida, que te presentas en cada cosa en mi vida, a toda hora, en cualquier lugar,no das espacio para olvidar... Que eres tú, siempre tú, la que viene decidida, esperando con calma a que te quiera tomar, pues bienvenida seas paz, vamos a jugar.

Silenciosa, tranquila se posa pequeña o grande pero tan hermosa. Su chaqueta de nube se quita, se ve tan bella la muy coqueta. Rodeada de un halo de luz que deslumbra, dando luz a la vida que en la noche atardecida alumbra. Mensajera de tantos, compañera de otros, espumilla que termina el día, acompañante de dulce melodía. Quien puede verte y no hablar de ti, quien puede sentirte y no amar, te asomas desdeñando las sombras de todo lo que no quiere a pesar de que puede brillar. Luna discreta, luna pizpireta derrocha tu belleza, regala tu grandeza.

(Por Lucía de Enríquez) De los genios fuera de éste mundo te perfiliste Facundo. Lograste transformar con tu forma de hablar, y de cantar, pero aún más impactante tu forma de actuar: Venciendo las cargas amontonadas de un pasado turbulento, dejando atrás el tormento para hacerse uno con el viento y brillar en el reflejo contento del inmenso mar. Cambiando lo malo por bueno, lo duro por sutil, en cada una de las palabras dulces aunque fuertes pues reflejaban la carencia de una sociedad inerte ante la dolencia de la gente. Billante elocuencia, libre y tranquila tu conciencia vuela para fundirse en la luz del amor permanete. Colmaste almas de amor fecundo, Facundo.

Levanta tu vuelo, con soplo de viento, siéntete ave, llega al centro de tu conocimiento. No te limites, no te intimides, que en tu aletear puedes tu verdad desplegar. No te dejes callar, que la inmensidad del cielo te inspire, que su diferente color cautive tu esplendor. Vuela alto, deja caer el pesado pasado, liviano avanza, si quieres descansa, pero sigue batiendo tus alas, levanta tu vuelo. Ten presente que no es más el que más altura alcanza,  ni menos el que pequeñas alturas pueda conquistar. Lo importante es estar dispuesto a volar, no te detengas, no dejes de avanzar, ¡¡¡¡Levanta tu vuelo!!!!

Buscando a doña Ventura me pasé tantos años, cargando con tanta culpa, rencor y dolor aunque enfrente hubiera estado, nunca me la hubiera topado. Ventura, ventura, ventura, la más difícil de encontrar, ¿Cómo puedo contigo dar? Se pasa la vida sin saber, ni donde buscar, ya entiendo las arrugas son grietas que hablan de no poderte hallar, de vivir con ese malestar. Indagando por tu paradero, pensando que estabas en las cosas que puedo oler, sentir, ver, oír y saborear te fui a buscar, enorme desengaño el que pude detectar. Estás en donde debes, tanto tiempo tan cerca y pensando que estabas lejos. Por qué no nos enseñan de la felicidad en la escuela, por qué se desdeña tu búsqueda virtuosa. Bueno, al fin de tanto tropezón aprendí, existe ventura dentro de mí, en cada latido de mi corazón; que gusto poderte encontrar, ni te imagines, que te dejo escapar, no te irás de aquí.