El Gusto de Escribir

Si fuera un señor, sería un gran observador, de lo que le rodea en el presente a todas luces decente, amable y elocuente. Con paraguas de bastón, pues de una pierna es un poco cojo, con ella marca las huellas del cúmulo de horas. Serio, aconseja a todos no dejar pasar sin aprovechar un momento, ya que no se recupera por más que uno quiera. Tic Tac, Tic Tac, el ritmo de su corazón, que ecuánime se mantiene ante toda emoción. De ropas oscuras, listo para soltar las ataduras, que por confusión pueden hacer doler el corazón. Ojos profundos, que giran en espiral, al conteo de un segundo. Sombrero que le da aire de usurero, a donde llega, pasa él de primero. Sereno, aniquila lo que atormenta, el pasado que es en cada segundo olvidado, y el futuro indolente que muere ante los ojos de tanta gente. Reloj tiempo, tiempo reloj, es un buen señor.

Sonrisa de invierno frágil y tierno, cuna de colores que calma al niño llorando. Cuerda precisa para aves que van retozando, diversidad colorida, para el que está amando. Resbaladilla alegre, de duendes y hadas; espera... la última de ellas va temerosa y angustiada, pobre chiquilla, perdió su zapatilla. Arco de colores, hermoso entre sol y lluvia suntuoso. Alegre entretienes como dulce nodriza, con tus bellos pigmentos mueres de risa. Fuente de siete colores, que es para algunos cumplidor de deseos, para pedir favores en torno a sus amores. Efecto mágico de luz, que ennobleces y al cielo embelleces.

Sentimiento solitario, cálido si es necesario, te alojas en los recovecos más distantes de los recuerdos, que a pesar de ser sombríos se acarician de vez en cuando. Lágrimas corrientes, que brotan de los linderos que recorren mi mente. Flores, que retozan en las mejillas lozanas de la vida humana. Tristeza, la trenza eterna de un rayo de luz en la montaña, luciérnaga recurrente en las sienes. Melancolía silenciosa, que aunque quiere llenarse de amigos se queda solitaria. Compañera del vacío profundo, de todo lo grande o pequeño de éste o cualquier mundo. Pena oscura, que aunque quieras no se va, pues todavía no tiene cura. Lo bueno es que eres intermitente, serás bienvenida, aunque no por mí escogida, querida amiga.

FUEGO Caliente, calcinante, ardiente, quemante Puedes recibir muchos calificativos Llama incandescente, Llama flamante Te percibimos en distintas presentaciones Fuiste vida al inicio de la humanidad Eres peligro, por el daño que puedes hacer Iluminaste por mucho tiempo casas y veredas Das Calor, Das terror, Das furor Calor cuando en una fría noche de amor Vientre con vientre, entibias el ambiente Terror cuando por algún error, Saltas sin control, amenazando y atacando a tu alrededor Das furor, cuando esa llama candente enciende las pasiones de seres enamorados sin recato, pero llenos de candor besos, caricias, arrumacos, que provocan, arrebatan y nos llenan de resplandor Fuego, con respeto con temor Fuego que nos llenas de amor Fuego que inspiras la pasión Fuego que brillas con tu color Fuego que provocas dolor -- Sergio Enríquez

Boca, sabor de lo desconocido, dulzura infinita que llena de amor, cántaro profundo que colma del más dulce sabor. Vertiente rodeada de flores que inunda de cariño, cual pequeño niño sincera e inocente. Cesta colorida, dispuesta a recibir sonriente un soplo de vida, un gesto de amor. Estigma de buena fortuna, suave amiga del enigma, de la alegría de la dulce vida.

Fuego en mi alma, fuego en mi palabra, fuego en mi vientre, fuego que nace de repente. fuego en mi mirada, fuego en la vida amada, fuego en mi espacio infinito, fuego cuando te necesito, fuego en el sol de la vida, fuego cuando me siento vencida, fuego en la sonrisa, fuego que quema de prisa, fuego en mi aliento, fuego cuando siento, fuego ardiente, de tanto fuego ya es suficiente.