La máscara

Entre risas y llantos,
entre aristócratas y villanos
te llenas de energía luminosa
luces preciosa y pese a tu gran
talento ocultas en tu conocimiento
la escasa información de
tu corazón envuelta en una coraza.
Sabes que un solo momento
vendrán a ti, los nervios acostumbrados,
el sudor de tu frente te delata, el temblor
de tus manos te lo dice.
Pero la vez, sonriente e indiferente
te reconfortas pues sabes que nadie
notará que el color de tu rostro cambia
en cuanto subes al escenario con tu máscara.
Te haces una con ella y todo aquel sentimiento
se transforma en la vivacidad de tu obra maestra
y lo que era temblor y sonrojo explota en
un encuentro interminable de poder y de
aplomo que te hace hablar con soltura, perder
como tu personaje, lo que realmente eres
y cuando terminas con ella y quitas tu disfraz
de humilde doncella, te das cuenta, percibes
que no eres otra que la que da vida a esa máscara.
Y preguntas: ¿cuántas máscaras me he colocado
en el gran teatro de la vida?
Quiero seguir interpretando cuantos roles me sigan dando
pero estoy cansada de no ser quien soy realmente
me quito ante todos lo que he sido y dejo múltiples
papeles para ser lo que creo hago mejor
vivir con el amor de mi interior.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Gracias

Yo cuidaré de ti

Amanecí pensando en ti

El amor es otra cosa

Te amo, te valoro y te respeto

Hermana mía, Carmen Lucía

Que salga a flote tu niño interior

El vigor del maíz

Contigo viene la calma

El atardecer