Dulce muerte


Besé tus trenzas grises
cerré tus ojos vacíos
toqué tus manos ajadas
tus labios uní a los míos.
Contemplé tu cuerpo en
extrema delgadez
acaricié tu pálida tez,
dejé que llegaran uno a uno
a despedirse, que demostraran
el cariño que por ti sentían,
más tú ya estabas inerte
aunque aun guardabas algo de
tibieza, tapé tu cuerpo con
delicadeza, percibí
el dolor que despertó tu
amor. Observé tu rostro y
tenías un semblante diferente con
cierta dulzura, sentí la ternura
de tu vida.
Tomé  tu espíritu y nos elevamos
de una sola vez, dejando atrás
lo que habías vivido, a tantos
que habías conocido,
entonces me despedí de ti
y en la plenitud de la luz, te sonreí.

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