El Gusto de Escribir

Tarde o temprano tu herida sana y encuentras un nuevo mañana. Tarde o temprano tu cicatriz se borra y de la carga pesada te despoja. Tarde o temprano secas tus lágrimas y por linderos de sonrisas las cambias. Tarde o temprano observas el amanecer y cada destello de luz sientes que te hace crecer. Tarde o temprano hasta el árbol más seco florece y eso te fortalece. Tarde o temprano agradeces lo que has vivido pues le encuentras objetivo. Tarde o temprano celebras la vida porque  ha sido buena contigo. Tarde o temprano encuentras  a dios dentro de ti y percibes que sí tiene sentido  estar aquí Tarde o temprano todo cambia y todo parece mucho mejor, porque has sanado lo que un día te causó dolor. Solo debes tener presente que tarde o temprano encontrarás el amor en tu interior. Dedicado a mi amada hermana María.

Me vestiría de mariposa para revolotear en tus pensamientos, saltaría como gotas de lluvia para empapar tus sentimientos, alumbraría como luna para acariciar todos tus momentos, sería sereno de madrugada para arropar tu tierna mirada, sería tibio sol por la mañana para entrar como suspiro por tu ventana, cambiaría de colores el arco iris para convertir tus tristezas por alegrías, tejería dulces y tiernas melodías para suavizar tus días, me vestiría de naturaleza para que degustaras su belleza. Sería... todo lo que tú pidieras, todo lo que quisieras, y te agradecería que vieras que te amo de veras. Dios

Te fuiste sin despedirte no pude verte, no pude hablarte solo te fuiste... lamento que en tu tierna juventud cortaran tu halo de vida, me entristece, la soledad de tu mirada que te fueras sin sentirte amada. Te fuiste, dejas un vacío para los que te quisieron, un dolor para los que te amaron y un recuerdo para los que compartieron tus gestos, sonrisas y cariños. Te fuiste Dedicado a mi alumna Karla Luna

Te veo al desplegar  tu vuelo, en la cercanía de lo que quiero, te veo en la calma de mi alma en la quietud del agua, en la cima de la montaña en el inicio de la mañana. Te veo, retozando en la rama con un soplo de viento, te veo en lo que siento te veo en el sol de la ventana, en la lejanía del ocaso, en el inmenso cielo raso. Te veo en la convivencia de lo que tiene elocuencia, en lo que se convierte en verdad en el gesto lleno de bondad, en la risa del día, en una dulce melodía. Te veo en las cosas vanas en lo profundo de la vida, te veo en lo que tiene sentido, en lo poco o mucho vivido te veo en la luz y en la tibia oscuridad, te veo en todo lo que me rodea, te veo.

Como milagro del cielo se fue gestando, como pétalo de flor uno a uno fue naciendo y abriendo a la vida su hermosura, haciéndose bella. Bañada toda de la fragancia inconfundible de la perfecta naturaleza,  llena de vida y color colmada de todo el amor, inocente como rayo de luz, limpia como rocío de madrugada. Se hizo bella, no tuvo opción, así la divinidad lo quiso bella como amanecer,  con gracia y belleza por doquier. Bella, en la manifestación de su ser, en el poder se su instinto, en el despliegue de su  intuición y cordura. Bella, por darse siempre, por cantar lo que necesita, por concebir lo que quiere, ella es simplemente bella. Para mi bella  Andrea.