El pequeño duende
En un lejano lejano bosque, vivía un pequeño duende vivaracho y simpaticón. Todo lo hacía con alegría y emoción, solo adolecía de un pequeño problemilla, nombre no tenía, y así había vivido toda su vida. Nadie sabía cómo se llamaba, todos le decían pequeño duende. Sucedió que un día, su sombrero verde se le perdió. ¡Vaya, que situación! ese sí que era un problemón. Porque en él guardaba sus más grandes tesoros, todo lo que sus padres y los padres de sus padres le dejaron como valioso e importante. El pequeño duende estaba preocupado, la señora Luna al verlo tan desanimado le pregunto: -Tienes cara de abatido, pareces confundido, qué te pasa querido amigo. -El duende contó su gran preocupación y dijo-: -Luna, lunita tan bella y bonita, dime tú que lo miras todo ¿ves mi sombrero verde de algún modo? -No sufras más, pequeño duende, que yo sé dónde está tu sombrero verde perdido. Ante tal noticia, parecía que la vida como rayo cayó sobr