Huele a Dios
Huele a Dios
a su cálido aroma
a la verdad de la
vida que se asoma,
a su mágico momento
huele a la danza cósmica
del firmamento.
Huele a Dios
y a su divino amor
huele a luz en mi interior.
Huele a su torrente de agua bendita
huele a sonrisa plena de quien en él medita.
Huele a Dios
en cada gesto amable
en la luna inagotable,
en la cima del mundo
en el despertar de lo profundo.
Huele a Dios
en la caricia eterna de viento
en la suave brisa de un sentimiento,
en la felicidad expresada
en una tierna mirada,
en la alegría compartida
en los momentos felices de la vida.
Huele a Dios
en los sublimes encuentros
en la verdad de lo que siento
en la sinceridad de una palabra
en la fortuna de una historia
en un momento de gloria
huele a dios al sumergirme
en mi ser...
pero también en todo lo que puedo sentir y ver.
Huele a Dios en todo momento
en todo lugar
huele a su perfume eterno
que nadie puede igualar
huele a Dios
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