El rostro

                                                    
El rostro que colgaba
en la pared del interior
se quedó sin valor.

El rostro se desvanece
hasta la inconfundible
noción del olvido.

El rostro que antes
se veía con claridad
perdió todo sentido
y se va.

El rostro que antes era
importante está tirante
pues quiere subsistir,
pero no puede evitar
morir.

Pues el rostro que antes
se veía, ya casi nunca
brilla, se pierde y se olvida.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Gracias

Amanecí pensando en ti

Estoy en deuda

Que te sientas hoy más bendecido

Hermana mía, Carmen Lucía

Lo importante es la entrega del corazón

Obséquiame

Dulces Momentos

Separa las palabras

La niña que llevo dentro