Un oscuro lugar

                                                   
Bajé a un oscuro lugar y por
algunos minutos temí lo que
pudiera encontrar.

Bajé a un oscuro lugar,
encontré largos caminos
llenos de sufrimiento.

Las heridas más notables,
recuerdos desdeñables,
que pena encontrar tanto
dolor en un solo lugar.

Bajé a un oscuro lugar,
sin ánimo de juzgar
que sentimiento tan
amargo, me dejó sin hablar.

Bajé a un oscuro lugar
sin estar segura de lo que
sucedía, oí que alguien mi
nombre decía.

Y en ese momento vi que me
sonreías,  las largas trenzas
de penas, heridas y erizamiento
se transformaron en un solo
momento.

A Dios pude observar
quien me hizo recordar que en la
vida todos podemos mejorar,
con el amor que él plasma
en cada persona, en todo lugar.

Bajé a un oscuro lugar que
se transformó en luz y alegría
sin pedirlo, sin pensar.