La belleza de la imperfección
Démonos el permiso
de no ser siempre
perfectos, si nos
equivocamos más
de mil veces en la vida
no es importante.
Lo interesante es hacernos
responsables de lo que
hicimos, pero siempre
insistimos en culpar
a alguien, o nos quedarnos
remontados en un mar
responsables de lo que
hicimos, pero siempre
insistimos en culpar
a alguien, o nos quedarnos
remontados en un mar
de culpa.
Agradecer hasta el error,
tiene mucho valor
porque estamos dispuesto
porque estamos dispuesto
a crecer y aprender.
No somos perfectos,
nadie lo es, así que no somos
culpables, no busquemos
responsables, somos libres
de equivocarnos.
La belleza de la imperfección
consiste en que te deja ver
tus defectos con dulzura y
compasión.
La belleza de la imperfección
consiste en que te deja ver
tus defectos con dulzura y
compasión.
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