Ungida de Dios
Con tanta belleza,
la vida se vuelve
tan delicada, tan
llena de pureza.
Pareciera que lo
único que debemos
hacer es estar atentos
a los milagros que
llevamos por dentro.
Para que luego se
exterioricen y todo
en tu vida se armonice,
pues será bello también
percibir lo bueno que te
rodea.
La vida está ungida de
Dios colmada de su amor,
es su mejor flor, su más
sutil color.
El aroma perfecto, la
felicidad más plena,
la existencia cobra
sentido si sientes en
todo su presencia.
Abre tu corazón y verás
como experimentas el
amor y la gracia de la
unción de Dios.
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