Mi dulce y tierna niña interior
Nunca fui tan dichosa
como viendo a mi niña
dulce y hermosa.
Completamente
juguetona, con
ojos amables, se
veía tan buena.
Con un solo pedido
estar cerca del padre
escogido.
Chistosa, graciosa
con su dedito en
su boca bondadosa.
Que bella, que buena
todo un derroche de
amor y encanto.
La quise, la quiero
tanto.
tanto.
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