Intimidad
Intimamente mías las noches y días que hacen grande el crujido de mi interior. No necesito nada más que sumergirme en el inmenso océano de aguas profundas. Estar en la intimidad de mi ser en donde solo puedo conocer el silencio de la eternidad. Es íntimamente mío el espacio que ocupa mi espíritu, la esencia maravillosa que me hace dichosa. Mi espacio vital que parece un vitral de mil retazos cortados con delicadeza y unidos con la nobleza de la vida. Intimemente mío el tiempo que concibo abrazando lo más íntimo de mi persona acariciando la verdad que se asoma. Ese deleite con mi intimidad implica la necesidad de encontrarte íntimamente conmigo, recorrer juntos ese pasaje mío aunque al principio y al final siempre tuyo, pero íntimamente mío.