Intimidad
las noches y días que
hacen grande el crujido
de mi interior.
No necesito nada más
que sumergirme en el
inmenso océano de aguas
profundas.
Estar en la intimidad de mi ser
en donde solo puedo conocer
el silencio de la eternidad.
Es íntimamente mío el espacio
que ocupa mi espíritu,
la esencia maravillosa que
me hace dichosa.
Mi espacio vital que
parece un vitral de mil retazos
cortados con delicadeza
y unidos con la
nobleza de la vida.
Intimemente mío el tiempo
que concibo abrazando
lo más íntimo de mi persona
acariciando la verdad que se asoma.
Ese deleite con mi intimidad
implica la necesidad de
encontrarte íntimamente conmigo,
recorrer juntos ese pasaje mío
aunque al principio y al final siempre tuyo,
pero íntimamente mío.
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