Andrea


Llegaste una mañana de febrero
con lindos ojos iluminaste nuestras vidas
y desde ese día he estado con la vida
agradecida.

Fue un regalo maravilloso y desde siempre
hemos sabido que Dios es bondadoso.

Gracias por tu dulzura, rabietas y determinación
eres una hermosa niña de buen corazón.

Deseo para ti solo cosas buenas, que luches
por lo que crees, que vivas lo que realmente anheles.

Que busques en la vida tu misión y la realices con pasión,
que viertas para muchos alegría y gozo,
que tu destino sea maravilloso.

Espero que aunque cometas errores sepas levantarte
y dignamente seguir adelante.

Te he amado desde siempre y lo seguiré haciendo
eternamente.

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