Gracias por amarme, por una buena energía darme. Por cuidarme, por estar pendiente para guiarme. Gracias, por lograr que en esta vida mi razón sea servir de corazón. Gracias porque eres lo mejor de mi vida, mi gracia preferida. Gracias por todo lo que existe, por escogerme para amar, das a mi vida un significativo bienestar. Gracias
Amanecí pensando en ti y ya te hice poema, recordando todo lo bueno que eres. Tu belleza interna que refleja tu alegría como fresco viento cada día. Amanecí pensando en ti y agradeciendo la armonía de tenerte en mi vida. Rezando por que nunca te vayas, amando cada cosa que digas o hagas. Contemplando como ha crecido mi amor por ti, que se ha expandido a todo lo agradablemente concebido. Que bendito amanecer pensando en lo bueno que eres para mí, quiero todo lo que venga de ti, es bello amarte así.
Estoy en deuda con Dios, no puedo contener todas las maravillas que me ha hecho entender. Con la gracia que me ha ayudado a crecer. Estoy en deuda porque ya no sufro ni temo, solo recibo de lo bueno. Todo me lleva hacia la manifestación de mi ser. Estoy en deuda y tan embelesada en este camino hacia lo interno. No encuentro otra forma de agradecerlo que compartirlo contigo, amigo a quien le escribo.
Que escojas compartir lo bello en este día, que sientas el amor pleno. Que disfrutes de lo que es bueno, hoy estás bendecido. Para hacer lo que te propongas, excelencia y amor brillan hoy a tu favor. Que te sumerjas en mares de bondad, que hoy amar sea tu única necesidad. Que sepas valorar la gracia divina de estar vivo, encuéntrale a todo su positivo sentido. Que hoy más que nunca te sientas bendecido.
He escogido este lenguaje para transmitirte claramente el mensaje, ya que te inspira de noche y de día, la poesía. La luz que trae tu cuerpo siempre ha sido intensa, inmensa... Sé que este viaje compartido nos ha unido.... Hemos padecido, hemos sufrido, hemos amado, hemos jugado, hemos renunciado... La miel de tu cabello, del destello de tu corazón, de tus palabras, de tus interminables sonrisas; me han hecho sentir más que acompañada súper valorada. Mi agradecimiento es más fuerte que cualquier viento en todo momento. Ahora te veo desinflada, agotada y me preocupas hermana amada. Reconozco que la comida Santa te levanta, pero si Dios en la tierra compartía paneer, dal, arroz y chapata, por qué eres tan ingrata y te ausentas de vivir y compartir los placeres de la cocina como si fueras menos que una vecina. Tu inmaculable belleza la tienes desde el primer segundo en que te conocí, no necesitas castigarte así... Comes crudo y po...
Hubo una vez una pequeña niña que en su preciosa ingenuidad, Pidió entregar a Jesús una flor, todos la vieron como muy pequeña y no adecuada. Escogiendo una joven, según ellos, más agraciada. Al entregarle la flor, Jesús, con un gesto amable sonrió, tocó la flor y la cabeza de la joven. Quiso el destino que la niña atribulada, al ver su camino encontrara una pequeña florecilla amarilla enredada en la maleza. Al verla la cortó y la acercó a su corazón. En ese momento Jesús llegó hacia ella y tomó la flor entre sus dedos. Luego proclamó: lo que estoy tomando ahora es la entrega pura del corazón. ¿Qué entregas tú?
Obséquiame, la belleza de tu alma, tu intensa luz que más de una vez me calma. La pureza de tu amor para que llegue a conquistar la alegría de mi interior. Un gajo de tu dulzura, para poder compartir la nobleza de tu espíritu sin atadura. Regálame una sonrisa para que se expanda con prisa mi devoción. Una palabra porque lograrás que abra mi energía con la fuerza de un león enaltecida. Obséquiame, un punto de inspiración y sabes que abriré por completo el corazón.
https://i.pinimg.com/236x/91/f2/b7/91f2b781127f2f803a0fff062d6c3974.jpg La vida se construye de momentos, aquellos bellos instantes que nos impulsan y llenos de felicidad nos resultan. Momentos que nos edifican, algunos se paralizan, porque en su mayoría, nos llenan de luz y alegría. Momentos que suavemente nos unieron y de cosas buenas nos bendijeron. Son momentos que valoramos como tesoros, los llevamos en cada aliento, recordando un dulce momento. Momentos que amamos y con júbilo por siempre recordamos.
La niña que llevo dentro despertó hace algún tiempo y se siente feliz de sonreír. Parece ingenua en su diario vivir, pero se siente plena, cree que ha nacido para servir. La niña que llevo dentro, se da permiso de jugar con los niños, de saltar atolondrada, de dejar de competir. La niña que llevo dentro, lleva a flor de piel el contento, es dulce y amorosa, en sus ojos la ternura se ve reflejada. La niña que llevo dentro se estremece de frío cuando encuentra por las calles algún mendigo, entiende lo importante que es ofrecer a los niños una buena educación, que les permita mejorar su infrahumana condición. La niña que llevo dentro, se siente amada, parece una versión del ayer pero mejorada, la niña que llevo dentro no le gusta enjuiciar solo disfruta el dar. La niña...
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