Diálogos del corazón
Hablando con el corazón un día
me puse a escuchar lo que decía,
encontré mucha verdad y tanta sabiduría.
Con pausas de reflexión me dijo: te siento distante,
te ocupas de muchas cosas, menos de mí.
Pero, que cursilería, parecen quejas de mujer...
dije para evitar el torrente que encima me caía.
-Te ves en el espejo por horas, las manchas de
bigote, los músculos y sus escasos brotes, mas
no te fijas en lo de adentro ni por un momento.
Piensas mil cosas, quejas, juicios y prejuicios,
pero de sentimientos no se habla; aquí adentro
se acumulan las heridas y resentimientos;
tu vida pasa en la superficie, tan falta de valor.
-No me gusta verme por dentro -dije- me parece
todo tan frío, sin nada de que asirse, todo
tan falto de brillo, por eso creo que vivo diversión
sin sentido.
Qué puedo hacer, si me acerco a ti sé que me va a
doler y no puedo dentro de mí ver.
-Tarde o temprano lo tendrás que enfrentar o lo lamentarás,
no tienes nada que perde,r no lo dejes para después.
Y desde ese día me veo en el espejo buscando más allá de
mi reflejo, creo que veo algo diferente, he llorado, perdonado
y regresé a amar y ahora me siento mejor, gracias a que
un día oí lo que mi corazón decía.
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