Ayer
Ayer fue un excelente día
floreció la rosa roja en el jadín,
se inició una promesa de
mejora, recibí donaciones
de nobles y valientes corozanes.
Ayer fue un día bendito que
regocijó mi alma, con lo que
aun no he escrito, ayer fue un
mágico acento para confirmar
la cercanía de Dios que siento.
Ayer, fue una bendición, se inicia
la prósperidad de un camino
lleno de fe y verdad.
Agradezco, el ayer que fortaleció
el hoy y se percibé en el mañana
con gracia y abundancia de la
divinidad cercana a mi esperanza.
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