Te pido perdón


Hincado con el corazón
en el suelo, vengo a
pedir perdón.

Postrado por hacer tanto mal,
pido que me perdones
sé que es uno de tus dones.

No tengo la fuerza para
sostener tu mirada, solo
puedo acusarme de todo,
tú no hiciste mal nada.

Hincado te pido perdón
por no valorarte, por no
amarte como merecías.

Por hacer oscuros tus días,
lamento el gran engaño
no quiero nunca más
hacerte daño.

Si no me perdonas, lo entenderé,
aunque muera de a pocos
sé que tienes razón, siempre
cuesta reparar un corazón.

Sólo vine a pedirte perdón.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Gracias

Amanecí pensando en ti

Dulces momentos

El agradecimiento solvente de la queja

Lo importante es la entrega del corazón

Hermana mía, Carmen Lucía

Que te sientas hoy más bendecido

La niña que llevo dentro

Yo cuidaré de ti

Amor consciente