Ayer, hoy y mañana
Agradece el ayer,
lo que fue y lo que
pudo ser.
Gracias a ello, eres
hoy, así que reconoce
lo vivido.
El destino ha sido
inmejorable, bueno o
malo de alguna manera
lo tenemos merecido y
nos ha enseñado.
Por el mañana, sí que
podemos apostar, y
maravillas forjar.
Pero especialmente
por el ahora agradece,
el amor circundante,
y la gracia abundante.
Qué otra cosa podemos
hacer, ante una vida
maravillosa, en donde
podemos amar y
evolucionar.
Gratificar el ayer, el ahora
y el hermoso mañana.
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