Solo quepo en ti mamá
Grande de nacimiento
entre regocijos y llantos
me recibiste con amor
sin tomar en cuenta
mi estatura.
Siempre tuvimos duda de
mi capacidad de crecimiento,
con cada prenda se hizo común
mi escenario; corto, pequeño,
diminuto y mi triste estribillo
¡No, no quepo!
Pero tú, siempre sonreías, y me decías
no te preocupes encontraremos la
manera, mi ansiedad se desvanecía.
Siempre supe que había un solo lugar
en donde sí cabía completo, desde aquél
día que a tu pecho me acercaste y sin que
hubiera manta que me tapara, con tu
amor me cubriste perfecto haciendo
pequeñito el no quepo.
Porque desde entonces yo estoy con mi
tamaño y con tu gran amor en cada uno
de mis años. Gracias mamá.
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