Deja de llorar
Nada vale la pena
que te robe el
gozo de sentirte
siempre virtuoso.
Todo lo demás
cambia y se modifica
las alegrías en ti
se solidifican,
ecuéntralas.
Si lo que quieres
es amar nada tienes
que desear, eso ya
lo tienes.
Con seguridad en ti
mismo, deja ya las
lágrimas de víctima
para en tu interior
lo santo descubrir.
Solo tienes que decidir
que esas lágrimas sean
de gozo y sustituir tus
pensamientos.
Para sentir en tu corazón
que nada te hace falta,
que todo lo bueno ya
te alcanza.
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