Cuando tengas tiempo
Cuando tengas tiempo
vierte en tu mano un
poco de crema hidratante.
Ve hacia cada parte
de tu cuerpo haciendo
un masaje constante.
Para agradecer todo lo
que te ha dado, lo que te
ha sostenido, las cosas que
percibes con tus sentidos.
Agradece la mejor forma,
que tiene ahora, y la
bienaventuranza
que dentro de ti mora.
Acaricia cada parte con tanta
dulzura y agradecimiento que
sientas en cada punto su estado
de contento.
Desde tus pies, hasta tu cabeza
hallarás la razón para agradecer
tanta delicadeza. Te sentirás
renovado y agradecido de tener
una creación perfecta contigo.
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